domingo, 27 de marzo de 2011

Brazzaville

Calles de Brazzaville

Pescadores de Brazzaville

vista de Kinshasa desde Brazzaville

Este fin de semana un par de compañeros y yo hemos hecho una pequeña excursión a Brazzaville, la capital del país vecino, la República del Congo, lo que en la época colonial era conocido como el Congo Francés. Como curiosidad, Kinshasa y Brazzaville son las dos capitales nacionales de dos países, que más cerca se encuentran la una de la otra (separadas por 3 km de río Congo). Otro curiosidad es que durante la 2ª Guerra Mundial, durante un tiempo de Gaulle estableció en Brazzaville la capital oficial de la Francia Libre.

Para cruzar el río, tardamos alrededor de 1 hora: 25 minutos de papeleo y burocracia para salir de Kinshasa, 10 minutos de lancha para cruzar el río y otros 25 minutos de papeleo y burocracia para entrar a Brazzaville. Nada más llegar a Brazzaville, se nota mucho la mejora. Aunque sigue siendo un país pobre, hay mayor calidad de vida y seguridad: las calles están bastante limpias, los taxis son seguros y funcionan a la perfección, hay fuentes y sobre todo, la gente es bastante más simpática: te saludan por la calle, se interesan de donde vienes, etc. y sobre todo, nadie te pide dinero. De hecho, algunos expatriados se quejan de que Brazzaville es "demasiado tranquilo".

Primero fuimos a visitar un mercado local y luego unos rápidos en el río (con viaje en canoa incluido). Luego comimos a la orilla del río, fuimos a descansar un poco al hotel y por la noche salimos un poco a ver el ambiente nocturno.

Después, al día siguiente, después de otra hora, estábamos de vuelta en Kinshasa. En resumen, una visita muy interesante, que seguro que repito. Un motivo más para visitar el Congo.

domingo, 13 de marzo de 2011

Fotos de la nueva casa y de la fiesta de inauguración

vista de la piscina

Estábamos bien equipados   

   
Mahou en el Congo. Quién lo iba a decir

Por fin, después de mucho buscar, encontré una nueva casa que se ajustara a mis preferencias. Llevo liado dos meses con la mudanza y acondicionando la nueva casa. Puede parecer mucho tiempo, pero es que en Kinshasa, cualquier pequeña gestión o compra, se convierte en un mundo, para el que tienes que reservar toda la tarde. La casa es bastante grande, tiene dos habitaciones, parking privado y piscina y se encuentra a 2 minutos (literalmente) del trabajo. 

Y como buena tradición, no podía faltar una fiesta de inauguración. Hice una barbacoa con gente de por aquí. Lo que en un principio iba a ser una fiestecilla para 10 personas, acabó convirtiéndose en una fiesta de 40 personas. Excepto por algún problema logístico, todo salió bien. Es curiosa mi imagen con una camisa del cincuentenario de la independencia de la RDC, y una lata de Mahou en la mano (procedente de mi contenedor)