jueves, 29 de septiembre de 2011

Mbanza Ngungu

El fin de semana pasado, como ya es costumbre, un grupo de expatriados salimos de exploración a las afueras de Kinshasa, para relajarnos y olvidar por un momento nuestros problemas. Esta vez nuestro destino era Mbanza Ngungu, una ciudad al oeste de la República Democrática del Congo conocida actualmente por sus cuevas, en una de las cuales existe una extraña clase de pez ciego y blanco.
Partimos varios coches, bien temprano el sábado por la mañana y después de alrededor de 3 horas de trayecto por las inefables carreteras congoleñas por fin llegamos a la ciudad. Como de costumbre, por la carretera vimos innumerables coches averiados y algún que otro accidente.  El Gobierno del país debería invertir más en carreteras (como en otras tantas cosas), que son uno de los ejes del comercio y transporte del país.

Allí nos esperable "el honorable", que era un político local que nos iba a dejar a buen precio la visita guiada a las cuevas. Después de acordar con él el precio (23$ por cabeza), fuimos al "hotel" a dejar el poco equipaje que llevábamos. Nuestro alojamiento tenía el estrambótico nombre de "Poulet Show" ("el Show del Pollo", en español). Nadie nos pudo explicar porque se llamaba así, pero también había un restaurante y una discoteca con el mismo nombre. El hotel no estaba mal para una noche. Como anécdota, el hotel contaba con un "extra": ducha eléctrica. Cuando habrías el agua de la ducha, daba calambre y como no había donde colocar el chorro de la ducha y había que agarrarlo con la mano, era prácticamente imposible ducharse sin sufrir una descarga eléctrica.

Después de dejar nuestros bártulos, fuimos a las cavernas. La primera estaba a un buen trecho subiendo primero por la montaña en coche y después bajando a pie. Para visitar las cuevas había que llevar nuestras propias linternas, porque en cuanto te adentrabas 2 metros no se veía nada de nada. Dentro la primera cueva había varios ríos subterráneos y cascadas y hacía bastante calor. Al final de la cueva, pudimos por fin ver los famosos peces ciegos. Por supuesto, la visita fue bastante accidentada, porque el suelo estaba completamente resbaladizo.

Camino de la primera cueva
Entrada a la primera cueva con nuestro guía
Explorando la cueva

El famoso pez ciego - luego lo metimos al agua

Más tarde fuimos a la segunda cueva,  un poco más apuradillos de tiempo. Entramos un poco, pero nos tuvimos que volver pronto, porque se hacía de noche y ya sabéis, en el Congo no es muy recomendable andar por ahí de noche. En la segunda cueva hacía bastante frío y al parecer está inexplorada y según la leyenda local, por las cuevas se puede llegar hasta Zongo. En general, ambas cuevas fueron muy interesantes y con un poco de inversión, podrían ser un excelente punto turístico. Y estoy seguro que desde el punto de vista geológico tienen un gran interés.

Entrada a la segunda cueva
Estalagmita
Posteriormente volvimos al hotel "Poulet Show" y después de ducharnos como pudimos con botellas de agua fuimos a cenar al restaurante "Poulet Show".

Al día siguiente, después de una electrizante ducha y un frugal desayuno, partimos de vuelta a Kin. De camino paramos en el jardín botánico de Kisantu, porque algunos del grupo no lo había visto. El jardín seguía tan calmo y tranquilo como lo recordaba.

Finalmente llegamos a Kin. Comimos en Mamam Colonel, donde degustamos un delicioso pollo y cada uno se fue para su casa.

2 comentarios:

  1. En el Congo la higiene personal parece estar reñida con la integridad física (por lo de la ducha eléctrica, que es un poco sado).

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  2. Lo de la ducha eléctrica lo mismo es un inventazo, jeje.

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